martes, 18 de agosto de 2009

Historias de un bar (I)

Historias de un bar (I)

Sus lágrimas se derramaban sobre el café como las gotas de lluvia sobre el barro de otoño, ella lo miraba exhausta, con la mirada perdida, lo oía pero no lo escuchaba, dentro de su cabeza la voz del hombre que tenía enfrente, otrora su amante, se fundía con el zumbido que la muchedumbre presente en el local producía con sus gritos y palabras malsonantes. Ella observaba, con el cigarro entre sus dedos cómo la falsa cara de culpabilidad que tenía delante le explicaba vanamente cómo lo que había hecho (otra vez) era un error, que jamás se volvería a repetir, que estaba enormemente arrepentido, ella observaba sus gestos, su boca, los ojos que evitaban a toda costa el contacto con los suyos, no necesitaba escuchar sus palabras para saber que mentía. Con su tembloroso pulso le dio un sorbo al café, los ojos le dolían, la nariz le moqueaba, mientas él continuaba con su extensa argumentación sobre su inmaculada inocencia, explicando con una sarta de incoherencias por qué él era tan sólo una víctima de las consecuencias. Pero una de las dos partes no colaboraba en la discusión, cuando él intentaba herirla para que entrara al trapo, eso no ocurría como él esperaba, ya no, nunca más, hacía ya tiempo que había pasado la barrera del dolor, y por él ya no sentía otra cosa que asco. Él cambió de estrategia, y su prepotente charla se convirtió en un lastimero discurso, como un último intento de infundirle pena a la muchacha, ella le miraba los labios, deseados en otro tiempo, ahora le parecían repulsivos. Tomó aliento, se sentía con fueras para rehacer su vida de nuevo, dejó de llorar, lo miró a los ojos y le dijo con voz alta y clara -Gracias-, él la miró extrañado, ella se levantó y se acercó a la barra, le susurró al camarero algo al oído antes de salir decidida y con paso firme por la puerta del bar. El abandonado personaje miró al camarero, confuso mientras éste se acercaba a su mesa con un vaso en la mano –Whisky añejo por orden de la señorita, espero por su bien que pueda pagarlo ó se va a hartar de fregar platos...

1 comentarios:

kassandra dijo...

interesante.

Publicar un comentario