martes, 20 de diciembre de 2011

Tinta de caramelo y hiel.

Escrito 27/11/2011


Tinta de caramelo
mortaja de papel
engaño de los sentidos
amargo como la hiel.
Buscas excusas
que te hagan creer
que aún te quiere
que todavía puede volver.
Si imposible parece
puedes creer niña
que lo es.
No rebusques esperanzas
donde no las ves:
Es tiempo perdido
que nunca volverás a tener.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Lapicero con punta rota.

Lapicero que dibujas corazones rotos,
trazos soñados,
bocetos y garabatos.
Filigrana de dolor,
firma del desamor.

sábado, 1 de octubre de 2011

A la jaula rota

Pajarera sin pájaros.
Volaron libres de tu engaño
y yaces sola en el olvido
sin que ya nadie te cante:
Es lo que tú te has buscado.



jueves, 29 de septiembre de 2011

Maldito sol de otoño



Dorado sol de otoño,
¿Quien soy?
¿Que hago caminando por este infinito desierto?
Buscando un árbol donde caerme muerto.
¿Por qué tengo ojos para ver las dunas?
Y sus sombras.
¿Por qué tengo corazón para sentir el sufrimiento?
Donde la razón se vuelve esquiva.
Sol de otoño, cruel y despiadado,
te odio.
Tu luz naranja aparenta ser cálida
pero las alargadas sombras que proyectas
solo anuncian una noche prematura.
Rebuscas en mi interior
los sentimientos más profundos
y clavas en mi mente
una estaca traicionera.
Eres malvado y perverso
jugando con mi espíritu cual marioneta de trapo.
No tengo repuestas, solo preguntas.
¿Qué tengo tras las pupilas?
Ni tú lo sabes con certeza.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Mi pipa.


El humo de mi pipa dibuja sinuosas formas antes de entrar en casa arrastrado por la leve brisa, de fondo, el fugaz Jim Morrison le canta al fin. Me planteo servirme un dulce bourbon, pero una buena amiga me explicó que la solución a los problemas no está en el reflejo del contenido de un vaso. Miro hacia el horizonte, o al menos donde se supone que estaría quitando el basto mar de tejados anaranjados y fachadas encaladas. Mesándome la barba una enorme bocanada de humo salta al vacío y pienso:
La vida, una esencia intangible y translúcida apenas percibible que se disuelve en la inmensidad, humo que es arrastrado por la más leve corriente a un lugar donde seguramente no desearía estar. Caladas a un tabaco barato que nunca será recordado, quizá deje un sabor de boca decente durante un rato, pero poco más.”
Miro hacia abajo, indignado, mi inmersión en el mundo interior ha conseguido que me haya olvidado otorgarle al calor de la cazoleta el oxígeno que necesitaba para sobrevivir, como consecuencia, un sabor desagradable. Inconformista por naturaleza, cojo otra cerilla, pipando con paciencia y prensándola despacio, “Mejor” pienso, “espero que ésta vez aguante un poco más. Pensar en el humo está bien, mientras no nos olvidemos de lo que estábamos haciendo.” Miro de nuevo hacia mi imaginario horizonte, luego al trozo de madera que sujeto en la mano “Al fin o al cabo, ¿que otro sentido tiene fumarse una pipa si no es para disfrutarla? Aunque dentro de un rato el tabaco no sea más que unas pocas cenizas.” Le doy otra calada, honda, expulsando el humo tan deprisa que desaparece como si nunca hubiera existido, saboreo: “No es el humo lo que importa”.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sin título.

Por el alféizar de una escuálida ventanta
se escurrían junto con suciedad de la fachada
notas de un piano desafinado.
Tras las manos un corazón raído,
espíritu cansado,
sombra de piel y huesos.
Una guadaña se afilaba a lo lejos.
Entre gritos -de gaviotas-
la lángida melodía se deslizaba
                    acariciando adoquines,
                    puertas cerradas,
                    farolas sucias,
                    mozas lisonjeras,
                    sombreros de copa.
Fluía despacio, con la paz de los muertos,
se arremolinaba en esquinas -dudosa-
subiendo a tejados,
volviendo a bajar en picado
para que un triste borracho escuche
tan solo un par de acordes
y rápido olvidarlos.

Con humo de una pipa
se arrastraba hacia el puerto,
tocando las sórdidas aguas,
hundiéndose rápida en ellas,
yaciendo para siempre
en la negra morada
de lo que no se recuerda.

lunes, 30 de mayo de 2011

Hoy el cielo está precioso.

Hoy el cielo está precioso. Mi corazón se ha parado en seco junto con mis piernas para obligarme a observar el maravilloso óleo que ante mí se extendía. Pinceladas caóticas en un juego de blancos y grises, sin patrón, sin ley, como la vida misma. De fondo, lejos, muy lejos pero a la vez cerca, un frondoso telón gris oscuro azulado que no dejaba ver más allá. Un velo misterioso, profeta de la tormenta venidera. Yo que siempre me he considerado amante del trueno, de los jardines desbocados, de las ruinas olvidadas, de todo aquello que la entropía haya hecho suyo, ahora impera en mí una dolorosa necesidad de orden. Pero no quiero precipitarme, está empezando a gotear, dentro de un rato diluviará y después, cuando todo el temporal haya pasado, en la claridad del sol buscaremos ese deseado orden.

Hoy el cielo está precioso, pero mañana lo estará más.

sábado, 19 de febrero de 2011

Carta abierta a Alejandro Sanz

Del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

Cultura:

-Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.

- Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.


Estimado señor:

He leído atentamente su artículo titulado "Es la dictadura de los Señores de la Red" publicado en la edición digital del periódico “El País” y me gustaría comentar detenidamente algunos puntos del mismo. Para empezar, no para de repetir la palabra ‘cultura’ y me gustaría que me explicara en que parte de la definición de ‘cultura’ entra su música. Tiene toda la razón cuando dice que hay que proteger la cultura. Quizá terminaríamos antes si define que es para usted la cultura, porque salta a la vista que discrepamos en su significado. Me temo que me sobran motivos para decir esto pues, si escucho cualquiera de sus canciones, no me aporta absolutamente nada, ni siquiera me entretienen, es más, me resultan aburridas, repetitivas y empalagosas. Espero que el hecho de no gustarme su ‘cultura’ no sea un delito.

Habla de caciques, habla de políticos hipócritas y cobardes (no es mi intención negar estos dos últimos adjetivos) y sin embargo, ahí está usted disparando balas de cañón, quejándose de que no gana suficiente dinero cuando no hace mucho cantaba eso de “pero mi voz no te la vendo”. Mire, a mi me gusta escribir, lo hago en mis ratos libres y cuando me apetece. Si lee cualquier entrada de mi blog, no tardará en llegar a la conclusión de que mis relatos son mediocres, carentes de imaginación, están mal escritos e incluso tienen faltas de ortografía, soy consciente de ello, pero de todas formas disfruto haciéndolo y no cobro ni un duro, si usted se fija, ni siquiera está activada la opción “monetizar” que ofrece Google. Yo tampoco hago cultura, pero opino que la expresión artística debería ser gratuita, libre para todos, el verdadero arte nace del corazón. Claro, yo no vivo de escribir, y entiendo que usted, que se dedica a la música, tenga que cobrar por su producto, además hay mucha gente trabajando detrás, gastos, fábricas, servidores de internet, etc. que mantener y pagar. Es comprensible y ahí no le voy a quitar la razón. La diferencia radica en que usted emite un PRODUCTO, no cultura. Vende su producto, no vende cultura (y gracias al Monstruo Espagueti Volador que no lo hace), e incluso me resultaría extraño llamarlo arte. Ya que habla de preguntas sin responder y de que nos falta valor, ¿me podría decir usted cuantos profesores de instituto y/o universidad poseen mansiones en Miami? ¿Por qué las personas que de verdad entregan su vida a la cultura tienen la dichosa manía de morir en la pobreza o en sus límites? Yo más que artista o músico lo nominaría empresario. No disfrace las cosas de lo que no son, que huele y usted queda peor. Además, no le debe ir muy mal teniendo tanto dinero, ¿acaso quiere más? Cuide porque la avaricia rompe el saco.

Creo que no se ha dado cuenta de que está tirando piedras a su propio tejado. Para empezar está dañando su imagen. Le voy a poner un ejemplo: Pepe Pepín fabrica reproductores VHS y, un nefasto día, un desaprensivo inventa el DVD. Mr. Pepín comienza a tener pérdidas, ya nadie compra sus VHS. Si no actúa rápido irá la quiebra, y la competencia ya está vendiendo reproductores para DVDs.

Su negocio, Don Sanz, está muriendo al igual que el del señor Pepín. Entiendo que usted sería de la opinión de prohibir los DVDs, o convencer al vulgo de que los VHS son mejor. La solución no es cambiar al mundo, sino su negocio, reenfocarlo por otro camino de acorde a los tiempos modernos, se está equivocando de dirección, queda advertido. Pinta usted las cosas blancas o negras sin contemplar otras opciones (típico) “O se aprueba la ley Sinde o la cultura morirá”, es más o menos la sinopsis de su artículo. Palabras nada más lejos de la realidad. Sin duda habla bajo su interés, el de su discográfica, el de los propios políticos, y los estafadores de “La Innombrable”, no defiende la cultura. Para creerse un salvador se anda con demasiadas medias verdades. La palabra que se me ocurre es: Farsante.

Es tan fácil tachar de fascista mientas solo ofrece una solución, la suya. Hágame el favor de abrir ahora mismo el DRAE y la wikipedia y buscar que es el fascismo. Por lo demás me ahorraré comentarios a otros tantos sofismas patéticos (y alguna pendiente resbaladiza) hábilmente deslizados en su artículo.

Ahora le voy a proponer un ejercicio de imaginación. Supongamos pues que usted, y todos los cortados con el mismo patrón de su cuadrilla musical fueran considerados creadores de cultura, nos veríamos obligados a pagar con nuestros sueldos mil-euristas cualquier pizca de cultura que quisiéramos escuchar, en consecuencia reduciríamos drásticamente la cantidad de cultura adquirida. ¡Coño! Justo al revés de lo que dice usted o el señor presidente de “La Innombrable”. Quítese ese disfraz de comprometido, haga el favor, la cultura es incompatible con el afán de lucro. Por suerte, y como he dicho antes, gracias al Monstruo Espagueti Volador no es cultura de lo que usted habla. Sus discursillos pro cultura solo son eso, palabrería espesa y falaz en un desesperado intento de cambiar la opinión de la masa, y hacerle creer que su trabajo tiene alguna relevancia. Siento desilusionarle pero su obra no vale un pimiento.

No sé muy bien quien se ha creído usted que es, verá, porque a mucha gente le guste, porque mucha gente haya comprado su disco o se lo haya bajado de la mula no quiere decir que esté fabricando cultura ni mucho menos. En la antigua Roma iba mucha gente al circo, también mucha gente ve Gran Hermano ¿Llama a todo eso cultura? ¿O nos está haciendo comulgar con ruedas de molino? Aquí le ofrezco una bofetada de realidad: Usted solo es un músico más, cantante de ñoñerías, simplemente ha tenido suerte y la oportunidad de gastar una millonada en marketing. Otros no son tan afortunados, y muchos lo hacen por amor al arte.

La cultura es un bien muy preciado, y usted la está insultando, por favor, si le queda algo de dignidad admita lo que realmente es y deje de tomarnos el pelo.

Un saludo cordial.

I. Guerrero

Memorándum

Estoy vivo... solamente algo asocial.